Actividad de otoño

Este tipo de actividades se convierten en mis favoritas, porque involucro a DonDavid desde el comienzo, y la espaciamos en más de una semana, por lo que el aprendizaje se hace de forma tranquila y sin darnos ni cuenta.

Con ella ha aprendido a sus dos años y medio que “Cuando llega el otoño, se caen las hojas y son marrones” y así, literalmente, se lo estaba contando hoy en el parque al jardinero.

Comenzamos hace unas semanas dando un paseo por una zona de jardines, recogiendo hojas, oliendo jazmín y mirando lo grandes que son los árboles.

Recogimos hojas de todos los colores posibles: verdes, marrones, amarillas y rojizas.

Después, en la ventana de casa, sobre forro adhesivo de libros, dibujé un tronco y unas hojas, y con cinta adhesiva pegué el forro y unas hojas de cada color en el cristal.

En la parte izquierda pegué el tronco y las hojas verdes, ahí teníamos el verano. En la parte derecha pegué otras hojas para imitar su color en otoño.

Cortamos papel celofán en trocitos de los colores que os he comentado y DonDavid fue pegando trocitos en la parte autoadhesiva del forro de libros. No os preocupéis si se salen, ¡después lo arreglamos!

Cuando terminó esta actividad, pegué otro trozo de forro adhesivo al que estaba en la ventana. De esta forma el celofán queda entre medias y podemos recortar las hojas y el tronco. Una vez recortado, lo plastifiqué para que tuviese mejor calidad y no se levantase, pues el forro no es rígido.

Nosotros seguimos con la mesa de luz, pero si no tenéis mesa de luz podéis volver a pegar el material con cita adhesiva a una ventana a la que le entren los rayos de luz, el efecto es muy bonito y veréis los colores reflejados en el suelo.

En la mesa de luz dividimos el verano y el otoño, y vimos que durante una estación las hojas son verdes y están en el árbol y en otra caen al suelo cambiando de color. Además, clasificamos las hojas según sus colores sobre la mesa de luz.

Finalmente, quise dar un uso más a las hojas y estaba entre pintarlas o dejar a DonDavid que usase por primera vez unas tijeras… sabéis qué ganó, ¿no? O mejor dicho, quién gano…

Usamos dos tipos de tijeras. Hay unas que no tienen acero y son para niños a partir de 3 años, no son muy precisas pero para ir aprendiendo a usarlas son geniales y a ellos les encanta esa autonomía. Otras, dibujan figuras geométricas y aunque tienen acero no están afiladas. Éstas están recomendadas para niños de más de 3-4 años. DonDavid es muy tranquilo y puedo practicar este tipo de actividades con él pero ¡supervisión máxima!

Evidentemente le gustaron más las que tienen acero… ¡No esperaba menos 🙂 !

Y así hemos estado trabajando el otoño en casa durante semanas y hemos aprendido un poquito de todo.

Todo el material lo he comprado en Amazon, a excepción del papel celofán y el forro que lo compré en una papelería. Tenemos plastificadora y fundas para plastificar, tijeras de los dos tipos y rotuladores borrables en el escaparate o en la aplicación Picker por si os interesa:

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